Educación Parvularia

La Educación Parvularia es una etapa de transición entre el mundo familiar y el exterior, en la que el niño construye su personalidad sobre la base de la afectividad de quienes lo rodean. Por ello, la educadora de párvulos y los docentes que atienden a este nivel, deben cumplir un rol que les permita brindar a nuestros párvulos un ambiente protector, cálido, rico en experiencias de aprendizaje, afectivo y al mismo tiempo ser un complemento de las figuras paternas. Junto con el ingreso del niño o niña a la educación formal y el aumento de las exigencias cognitivas, la definición de sí mismo está centrada en las altas expectativas que se tienen de sus potencialidades.

Estos primeros años son un proceso donde las destrezas requieren tiempo para su desarrollo y de la enseñanza sistemática de ellas para su aprendizaje. Es por esto, que se considera como un ciclo articulador al proceso de formación que le permita integrarse de manera óptima y equilibrada a niveles superiores.

De acuerdo con lo anterior, es un proceso de eslabones para el desarrollo de habilidades básicas y destrezas instrumentales que son los cimientos para aprendizajes posteriores. En estas edades el cerebro está permeable a cualquier aprendizaje, donde existe una elevada explosión de conexiones neuronales, la que facilita y permite la mayor oportunidad para desarrollar al máximo las potencialidades de nuestros párvulos. Esta instancia de desarrollo crece en el tiempo, permitiendo que sus cerebros abran instancias a procesos madurativos específicos, lo que en definitiva se traducirá en el aumento y maduración de la capacidad de incorporar de forma gradual estas experiencias y conocimientos a la vida y a su entorno.

Por lo antes mencionado la etapa de enseñanza preescolar es de vital importancia en el desarrollo de los párvulos y nuestra responsabilidad se hace cada vez mayor, para asegurar una educación de calidad desde las etapas iniciales.

En consecuencia, nuestra comunidad educativa se compromete con los niños de la educación pre- básica, para desarrollar los valores esenciales de convivencia de cada uno de los miembros que conforman la institución y el país, el respeto y la valoración por la diversidad, los distintos roles que desempeñan las personas e instituciones, la solidaridad, la resolución pacífica de conflictos, la participación democrática y la construcción de ciudadanía. Por ello es esencial que toda experiencia de educación parvularia fortalezca el aporte coordinado de la comunidad al trabajo educativo, en una mutua retroalimentación, teniendo como referente los Derechos de los Niños.

Las personas crecen, se desarrollan y aprenden junto con otras en ambientes naturales, fortaleciendo vínculos afectivos con sus pares y con personas significativas que le apoyan y potencian en la conciencia de ser una persona con capacidades y características a partir de los cuales puede contribuir a los demás.

En la actualidad, en un contexto de globalización y revolución de las comunicaciones y acceso a la sociedad del conocimiento como una nueva era donde se redefinen radicalmente lo próximo y lo lejano, estos ambientes educativos se expanden mucho más allá de lo local y aportan nuevas posibilidades a los intereses de descubrimiento y de relación de los niños. Por lo tanto, la educación preescolar debe brindar a nuestros niños ambientes culturales en los que puedan interactuar e integrarse a su cultura, logrando la pertenencia, la formación de su identidad, autoestima y sentidos más profundos. El respeto y valorización de la diversidad étnica, lingüística y cultural de las distintas comunidades del país hace necesario su reconocimiento e incorporación en la construcción e implementación curricular.

De la misma manera para nuestra comunidad educativa, inserta en el mundo, cobra gran importancia el aprendizaje de otras culturas, jugando un rol preponderante el aprendizaje, desde los inicios, del idioma extranjero inglés. Esto se evidencia con la incorporación al currículo de una planificación diaria y de docentes especialistas que permiten que los párvulos puedan adquirir paulatinamente y de manera natural el idioma inglés, a través de rutinas diarias de saludo, comandos e instrucciones en inglés.

La permanente necesidad de proteger nuestro medio ambiente nos motiva a que nuestros niños valoren activamente su entorno, generando conciencia ecológica como un factor esencial para una mejor calidad de vida para todos. Se debe favorecer entonces la relación, la valorización, el goce y el cuidado responsable del niño con su medio, en el entendimiento que desde una perspectiva ecosistémica hay una mutua dependencia, siendo una tarea común la conformación de un ambiente donde se pueda desarrollar un estilo de vida saludable para los seres humanos y el conjunto de seres vivos que habita el planeta. Nuestra comunidad tienen un rol esencial en la conservación de su medio natural y en el cuidado y desarrollo de medios urbanos más sanos.

BASES CURRICULARES

Las Bases Curriculares fueron elaboradas por la Unidad de Currículo y Evaluación del Ministerio de Educación con una amplia participación de familias, instituciones normativas, ejecutoras y gremiales y de formación de Educadoras de Párvulos y Técnicos.

Plantean una actualización de los Fundamentos que tradicionalmente se han empleado en la Educación Parvularia y ofrece una propuesta curricular que busca ampliar las posibilidades de aprendizaje considerando las características y potencialidades de niños y niñas, los nuevos escenarios familiares y culturales del país y los avances de la pedagogía.

Las Bases Curriculares de la educación parvularia, brindan oportunidades para ser adaptadas a las diferentes modalidades y programas y a los diversos contextos en que éstos se realizan, respetando ampliamente el rol profesional de la Educadora de Párvulos y reconociendo a la familia como primera educadora de sus hijos.

ÁMBITOS DE APRENDIZAJE

Organizan el conjunto de las oportunidades que el currículum parvulario debe considerar en lo sustancial. Estos objetivos se organizan en tres grandes ámbitos de experiencias para el aprendizaje: formación personal y social, ámbito de la comunicación y ámbito de relación con el medio natural y cultural. En su conjunto, abarcan campos de acción donde se llevan a cabo procesos claves para la tarea formativa y de aprendizaje de la educación parvularia.

La interpretación de estos ámbitos se visualiza en forma inclusiva y relacional, ya que comprenden aspectos que se contienen y vinculan unos con otros: la niña o el niño aprenden sobre sí mismos y de los demás como personas que son y que pertenecen a diferentes comunidades. Los niños, sus familias y comunidades son parte de un contexto mayor que es el medio natural y cultural en general. En relación a estos dos ámbitos, y la necesaria interacción que surge entre ellos, se forma un tercero que es el de la comunicación, el que actúa como mediador entre ambos.

NÚCLEOS DE APRENDIZAJE

Corresponden a focos de experiencias y aprendizajes al interior de cada ámbito. Para cada uno de ellos se define un objetivo general. Los ámbitos de experiencias para el aprendizaje señalados implican el nivel de organización más amplio de las Bases Curriculares, cumpliendo así el rol de realizar las primeras grandes distinciones para organizar los aprendizajes esperados y dar los principales sentidos a los procesos de enseñanza y aprendizaje. Al interior de cada uno de ellos, se ha considerado importante formular otras distinciones más específicas como Núcleos de aprendizajes, que representan ejes en torno a los cuales se integran y articulan un conjunto determinado de aprendizajes esperados. Los núcleos de aprendizaje constituyen los énfasis centrales que deben ser favorecidos por la educación parvularia en cada ámbito.

Para cada núcleo de aprendizaje se plantea un objetivo general, que enuncia e integra los propósitos educativos fundamentales que buscan en ese eje.

EJES DE APRENDIZAJE

Representan los énfasis o dominios que se consideran fundamentales en el aprendizaje y desarrollo de los primeros años. Los ejes se han definido al elaborar los Mapas de Progreso del Aprendizaje e integran y articulan los aprendizajes esperados de las Bases Curriculares de la Educación Parvularia.

APRENDIZAJES ESPERADOS

Especifican qué se espera que aprendan los niños. Se organizan en dos ciclos: desde los primeros meses hasta los tres años aproximadamente, y desde este hito hasta los seis años o el ingreso a la educación básica.

ORIENTACIONES PEDAGÓGICAS

Procuran fundamentar y exponer criterios para la realización y manejo de las actividades destinadas al logro de los aprendizajes esperados.

MAPAS DE PROGRESO EN EDUCACIÓN PARVULARIA

Según lo definido por el MINEDUC, los Mapas de Progreso del Aprendizaje son un instrumento práctico al servicio de la enseñanza que buscan complementar las Bases Curriculares de la Educación Parvularia, mediante la explicitación y descripción progresiva de aquellos aprendizajes y desempeños que se consideran fundamentales para una formación plena e integral.

PRINCIPIOS PEDAGÓGICOS

Principio de bienestar: Toda situación educativa debe propiciar que cada niño se sienta plenamente considerado en cuanto a sus necesidades e intereses de protección, protagonismo, afectividad y cognición, generando sentimientos de aceptación, confortabilidad, seguridad y plenitud, junto al goce por aprender de acuerdo a las situaciones y a sus características personales. Junto con ello, involucra que los niños vayan avanzando paulatina y conscientemente en la identificación de aquellas situaciones que les permiten sentirse integralmente bien, y en su colaboración en ellas.

Principio de actividad: Los niños deben ser efectivamente protagonistas de sus aprendizajes a través de procesos de apropiación, construcción y comunicación. Ello implica considerar que los niños aprenden actuando, sintiendo y pensando, es decir, generando sus experiencias en un contexto en que se les ofrecen oportunidades de aprendizaje según sus posibilidades, con los apoyos pedagógicos necesarios que requiere cada situación y que seleccionará y enfatizará la educadora.

Principio de singularidad: Cada niño, independientemente de la etapa de vida y del nivel de desarrollo en que se encuentre, es un ser único con características, necesidades, intereses y fortalezas que se deben conocer, respetar y considerar efectivamente en toda situación de aprendizaje. Igualmente, se debe tener en cuenta que la singularidad implica que cada niño aprende con estilos y ritmos de aprendizaje propios.

Principio de potenciación: El proceso de enseñanza-aprendizaje debe generar en los niños un sentimiento de confianza en sus propias capacidades para enfrentar mayores y nuevos desafíos, fortaleciendo sus potencialidades integralmente. Ello implica también una toma de conciencia paulatina de sus propias capacidades para contribuir a su medio desde su perspectiva de párvulo.

Principio de relación: Las situaciones de aprendizaje que se le ofrezcan a los niños deben favorecer la interacción significativa con otros niños y adultos, como forma de integración, vinculación afectiva, fuente de aprendizaje, e inicio de su contribución social. Ello conlleva generar ambientes de aprendizaje que favorezcan las relaciones interpersonales, como igualmente en pequeños grupos y colectivos mayores, en los cuales los modelos de relación que ofrezcan los adultos juegan un rol fundamental. Este principio involucra reconocer la dimensión social de todo aprendizaje.

Principio de unidad: Los niños como personas son esencialmente indivisibles, por lo que enfrentan todo aprendizaje en forma integral, participando con todo su ser en cada experiencia que se les ofrece. Ello implica que es difícil caracterizar un aprendizaje como exclusivamente referido a un ámbito específico, aunque para efectos evaluativos se definan ciertos énfasis.

Principio del significado: Una situación educativa favorece mejores aprendizajes cuando considera y se relaciona con las experiencias y conocimientos previos de los niños, responde a sus intereses y tiene algún tipo de sentido para ellos. Esto último implica que para el niño las situaciones educativas cumplen alguna función que puede ser lúdica, gozosa, sensitiva o práctica, entre otras.

Principio del juego: Enfatiza el carácter lúdico que deben tener principalmente las situaciones de aprendizaje, ya que el juego tiene un sentido fundamental en la vida del niño.